Artroscopia
La artroscopia en veterinaria es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que se utiliza para diagnosticar y tratar problemas en las articulaciones de los animales. Es similar a la artroscopia en medicina humana y consiste en insertar un pequeño endoscopio (un tubo delgado con una cámara y una luz) a través de una pequeña incisión en la piel del animal y llevarlo hasta la articulación afectada. La imagen de la articulación se transmite en tiempo real a un monitor, lo que permite al veterinario observar con detalle la estructura de la articulación y evaluar cualquier lesión o daño.
Además del diagnóstico, la artroscopia también se utiliza para el tratamiento de algunos problemas en las articulaciones. A través del endoscopio, se pueden insertar pequeños instrumentos quirúrgicos para realizar reparaciones o correcciones en la articulación sin necesidad de realizar una cirugía más invasiva.
La artroscopia puede proporcionar una recuperación más rápida y menos dolorosa que otros tipos de cirugía articular, ya que implica incisiones más pequeñas y menos daño en los tejidos circundante.